Jean Lluís Montané
La creadora argentina, escultora, procedente del mundo de la abogacía, preocupada por trascender y la trascendencia, parte de la vida, existencia, nacimiento, formulando una hipótesis especial basada en los sentimientos, la fuerza interior de lo intrínseco para evolucionar, a continuación, introducirse en una actitud que va más allá de la anécdota, para instalarse en lo profundo del yo interior.
Asienta la percepción de los sentidos, buscando su particular manera de ver la vida empezando por el conocimiento humano, evolucionando hacia consideraciones situadas más allá de los límites materiales, abriendo puertas imaginarias que son consecuencia de la asunción de los diversos grados de conocimiento.
Somos el resultado de la existencia superior, por eso nos moldeamos y moldeamos la existencia de la tierra a través de los conocimientos de lo que sabemos y hasta donde alcanzamos.
De ahí que Lilia Perrone Carrillo ascienda, conectando con el yo superior, constatándose en la evolución de su obra escultórica, más expresiva y biológica en la etapa 2003-2006, siendo más emocional y álmica en los años 2006-2008, despegando hacia la consciencia y lo abstracto expresivo a partir del año 2008, caracterizándose por buscar la trascendencia y lo filosófico como manera de construir un lenguaje que se nutre no sólo de preceptos plásticos y artísticos, sino también espirituales.
Consciente de la importancia de la vida, profundiza en los planos dévicos relacionados con la naturaleza y sus seres invisibles que nos ayudan, concentrándose en la fuerza del nacimiento, para interesarse por la emoción de la creación, por la divinidad que supone dar a luz a nuevos seres en un contexto de evolución plena en todos los sentidos.
Somos partes de un todo, somos partes de un engranaje que nos nutrimos de la fuerza y la concomitancia de lo fundamental en los límites de la consciencia.
Se interesa por la consciencia, por la emoción, por el conjunto de sensaciones que nos permite ir más allá de la materia, moldearla, para convertirla en la expresión de la idea, de lo simbólico, que encierra la expresión profunda de aconteceres fundamentales en un contexto claramente comprometido con la fortaleza de lo álmico.
No se interesa excesivamente por series escultóricas, sino por obras individuales, por obras únicas, por esculturas que engloban un mundo, que abarcan diversidad de mundos, buscando ideas, expresar ideas que compilen colecciones, sin necesidad de exhibir detalles y anécdotas narrativas de acontecimientos precisos, porque en el fondo lo que le importa es comunicar el mensaje, elucubrando ideas que son partes de conceptos que ayudan a fomentar el cambio en el mundo.
Considera que su misión es la de filosofar a partir de la escultura, para transmitir con la voluntad de la energía más preclara aquellos conceptos que son sublimes para la humanidad porque se hallan en las esferas celestiales. El artista los capta, los transmite y vehicula para que todos nos beneficiemos.
Expresionista, expresiva y amante de la vida, es capaz de profundizar en los paradigmas inexplicables, volviéndose sabia, conectando con lo interior, interrelacionándose con la fortaleza de la voluntad de lo que existe.
Somos el resultado de una actitud de gran alcance en lo fenomenológico, para ir por el camino de la energía, partiendo de la materia, hasta alcanzar la elevación.
No es una artista teórica, sino que busca la filosofía para apoyar lo plástico, yendo hacia altas cotas de conocimiento sin desgastar cartuchos, sino sabiendo racionalizar y canalizar con exactitud aquello que se propone.
Joan Lluís Montané
De la Asociación Internacional de Críticos de Arte (AICA)